Sunday, September 21, 2008

El susurro de la mujer ballena

El susurro de la mujer ballena, de Alonso Cueto, fue finalista del premio Planeta - Casamérica de Narrativa Iberoamericana 2007. Es una extraordinaria novela que gira en torno al personaje de Rebeca, una niña obesa que siempre fue humillada y sujeto de burlas y ruindades desde sus años mozos en el Colegio. Veinticinco años después se encuentra "por casualidad" con una de sus compañeras del Colegio, Verónica, quien por un lado jugaba y tal vez era sincera en su idea de que fueran amigas en secreto. La historia es sencilla, aparentemente simple, puesto que va decantándose lentamente, haciéndonos pensar que los malos son buenos o los buenos malos, hasta llegar a un punto donde nos percatamos de que nadie es tan bueno o tan malo, que hay vícitimas y victimarios pero solo porque ambos los permiten. Así se desarrolla una relación de codependencia malsana. O de culpabilidad y horror de conciencia que nos persigue cuando nos sabemos culpables de alguna bajeza que marcó la vida de alguien de una manera terrible. La historia que en apariencia pudiese ser sencilla o de trama simplona, es en realidad un novelón, con un trasfondo psicológico brutal. Es una magnífica novela, de esas que no podemos parar de leer. Alonso Cueto nos lleva de la mano regordeta de Rebeca, hasta el mismo fondo de la destrucción total de la autoestima de las personas.



También entendemos que la discriminación contra los gordos es implacabe, maldita e injusta. Nuestra sociedad distorsionada tiende a adorar a los hombres y mujeres extremdadamente delgados, como salidos de campo de concentración, más aún ahora la tendencia es a un total look andrógino, en lugar de admitir la diversidad de la genética. Algunos son gruesos, otros delgados, algunos altos, otros bajitos, algunos blancos, otros morenos y eso no nos define como personas de manera alguna. En algún momento de la novela, quise llorar, por la tristeza y crudeza de la realidad. Porque actos de maldad pura y de acoso entre muchachos puedan ser tomados a la ligera. De repente me pregunto si no por eso de vez en vez, aparecen personajes oscuros y resentidos que un día, hartos de ser víctimas, deciden coger una escopeta e irse a la escuela o al trabajo y empezar a matar a sus compañeros... Los niños, los jóvenes son crueles. Piensan que la belleza física y la popularidad serán eternas, grave error. Todos seremos víctimas del tiempo, todos cederemos a la fuerza de gravedad y en cambio la bondad de nuestro corazón, prevalecerá - si es que existe alguna -



Así pues, recomiendo al querido lector, que se busque la oportunidad de leer El susurro de la mujer ballena (Alonso Cueto) que bien merecido tiene su premio. Una magnífica novela, que nos obliga a cuestionarnos si a veces lastimamos a las personas sin medir las consecuencias de nuestros actos y de nuestras palabras. Que nos plantea que hay silencios tan graves y tan dolorosos como palabras que hieren y que a veces no hacer nada ante una arbitrariedad, equivale a convertirse en cómplice de esa ruindad. Muy buena novela, muy bien esrita, altamente recomendable.

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