Thursday, March 26, 2009

La Catedral del Mar - Ildefonso Falcones

La Catedral del Mar – Ildefonso Falcones
662 páginas más la nota del autor. Al leer esta magnífica obra, me doy cuenta de que hay personas que tienen un talento natural para escribir historias. El autor es abogado de profesión, sin embargo, en esta novela histórica nos demuestra que su verdadero don es la escritura.
Querido lector, yo siempre he sostenido la teoría de que hay dos tipos de escritores: los que nacen y los que se hacen. Explicaré un poco más a qué me refiero exactamente. Hay quienes nacen con un don especial para escribir y lo hacen con maestría, naturalidad y fluidez. Hay quienes se forjan como hierro al fuego y con preparación, conocimientos y disciplina, son excelentes escribiendo. No pretenderé dar ejemplos porque eso sería muy vanidoso y quizá hasta pretencioso, pero cuando leo, de inmediato mi cerebro registra el tipo de escritor que generó la obra.
Habiendo revelado uno de mis más personales pensamientos, le hablaré de esta excelente obra, La Catedral del Mar. Es una historia de corte bildungsroman, que narra la vida de Arnau, un personaje que busca lo que todo ser humano, libertad y felicidad, en un momento en el que estas dos no podían ser más difíciles de lograr y más evasivas para su persona. Yo me atrevería a comparar esta historia con El Conde de Montecristo en lo que se refiere a la infamia, a la maldad de que son capaces quienes a veces vienen disfrazados de amigos, aquellos a quienes ayudamos.
La desgracia de Arnau comienza antes de que sea concebido. Cuando su padre Bernat, en el día de su boda con Francesca, aparece el noble que exige su derecho de pernada (prima nocta/ prima nox), y viola a la virgen esposa, dejando el matrimonio arruinado, a la mujer destrozada moral y espiritualmente. No conforme con esto, obliga al propio Bernat a consumar el matrimonio minutos después de la violación para que no tenga derecho a reclamar que algún hijo de Francesca sea su bastardo. Cual malévolo presagio, éste y otros horribles abusos van llenando de tragedia la vida de Arnau.
Su padre (Bernat) sueña con liberar a su hijo del destino de ser un esclavo prácticamente y huye a Barcelona en busca de una mejor vida para el y Arnau, viéndose imposibilitado para rescatar a Francesca, quien termina dedicándose primero a la prostitución y después a proxeneta. Pero en la Barcelona del siglo XIV, el dinero y la nobleza eran lo único que le daban derechos y valía a una persona. Ya se podrá imaginar el nivel de bajeza que involucra la desventura de Arnau. El ser obligado a besar los zapatos de la familia de nobles que injustamente lo acusa de causar un accidente, el ver a su padre colgado, acusado de rebelarse, con la lengua morada grotescamente colgando de fuera, el tener que prenderle fuego a su cadáver para evitar el mayor profanamiento y escarnio. Las traiciones y las ruindades no tienen límite en esta historia que me hizo llorar de rabia, de vergüenza, de impotencia. Yo me di cuenta de que todos somos Arnau, de que nada ha cambiado mucho. (Preguntarles a los presos en Guantánamo). No lo sé, me afectó severamente.
Otra de las vertientes de ésta magnífica historia, estriba en que el personaje es esencialmente bueno, sacrifica mucho por sus ideales y por su fe. Ayuda a otros, pero la traición, la que duele y corta el alma, viene siempre de los más cercanos a nuestro corazón. No quiero revelarle mucho de la historia, porque vale la pena leerla, pero no puedo dejar pasar al nefasto personaje del hombre al que Arnau llama “hermano” aquel que como todos es consecuencia de lo que vivió de niño, pero que no aprende y se convierte en un monstruo. En un Dominico de mierda, miembro de la Inquisición y capaz de tramar las más rebuscadas maldades en el nombre de Dios y de la salvación de almas… Gracias, pero no gracias.
Tiempos de mucha oscuridad, tiempos de mucha injusticia, una vida llena de vicisitudes y de dolor, en un punto la novela da la vuelta y le permite un poco de felicidad al pobre Arnau.
Quizá porque soy una persona que quiere creer que algún día cosecharemos lo que sembramos, me molestó mucho el que los malvados puedan salirse con la suya impunemente… se que suena ridículo en estos tiempos, pero quiero, necesito pensar que algún día pagarán sus fechorías, de alguna manera. Siento que en la novela les faltó sufrir aún más, pero no se si eso sería realista.
En fin, le recomiendo ampliamente esta novela, magistral, excelente en su construcción, de gran calidad y mucho impacto emocional. Prepárese para abrir los ojos a la horrible verdad, de entonces y de ahora… el dinero lo es todo, compra posición, compra poder, compra amor, compra traición, compra almas, iglesias, reyes, mujeres y hombres, (hasta un riñón, hoy en día) compra amores e ilusiones, corrompe y brinda comodidades. Lea este libro que es una fuerte dosis de realidad histórica. Después, anímese y vea cuan afortunado es.