Sunday, March 20, 2011

Banzai! Banzai! Banzai!

Los japoneses lo hicieron de nuevo. El Japón es una naciòn sorprendente. En su actitud frente a la vida misma, a la catástrofe o la bonanza económica es precisamente donde estriba su gran éxito. La sociedad funciona como una máquina perfecta, con una gran conciencia del bien común. Un amigo de Inglaterra me comentaba sorprendido "la gran dignidad y decencia con que actuaban los japoneses" formándose con paciencia para recibir agua o una bola de arroz para compartir entre dos. En algunos (muchos otros) países, tendrían que haber sacado al ejército a las calles para declarar toque de queda y así evitar rapiña, robos, saqueos, desorden. Pero no en Japón. Vivir en Japón es maravilloso, es un país altamente tecnologizado, seguro y ordenado. Alguna vez olvidé algo de valor en el metro y cuando al siguiente día fui a buscarlo, allí estaba. Alguien lo había entregado en la oficina de lost & found. No existe sociedad perfecta, pero en cuestiòn de orden, disciplina, y bien común, no dudo que los japoneses llevan la delantera. Desde aquí, quiero mandar mi reconocimiento a los heroes anónimos, a los 50 de Fukushima, a los bomberos de Tokyo, a todos aquellos que con su sacrificio y esfuerzo han puesto a salvo a miles. Japón es un país de gente maravillosa, respetuosos de sus adultos mayores, que invierte en la educación, que se preocupa por sus niños, por el futuro. Si pensamos que el Japòn es solo una serie de islas con muy limitados recursos naturales, que fue devastado en la segunda guerra mundial, que ha sido el único país que ha sido bombardeado atómicamente, creo que todos entenderiamos lo maravilloso de lograr una sociedad educada, serena, una sociedad considerada, que piense en lo que los actos de uno traen como consecuencia para los demás. Quizá el mundo tiene mucho que aprender de los japoneses en este sentido. Pero por hoy, solo quisiera decir, Gracias Japòn por todo, por las lecciones aprendidas. Banzai! Banzai! Banzai!