El cojo y el loco – Jaime Bayly
El cojo y el loco es un libro simplemente extraordinario. La manera en que Bayly aterriza cada idea, cada acontecimiento es impresionante. El cojo y el loco es una novela relativamente breve, (146 páginas), muy bien escrita y ágil. Me tardé tres horas en leerla porque no podía parar. Pocas veces me río tanto como ayer, con El cojo y el loco. No lo va a creer, querido lector, pero se me salían las lágrimas de la risa y el horror. Caí en una especie de trance histérico, donde no sabía si reír o llorar. Opté por la carcajada trágica. ¡Qué novelón!
El cojo y el loco nos da prueba de que no se necesita contar en 580 paginas lo que se puede contar en 146, pero bien intensas. Es impresionante la novela, no da cuartel. Desde las primeras tres páginas, uno se rinde ante la escritura de Bayly, de quien definitivamente leeré más. Una vez dicho lo anterior, aquí le dejo una probadita de la historia más loca, más intensa, más vulgar, más fascinante, más negra (100% humor negro garantizado), más… más fregona que he leído últimamente.
El cojo y el loco nos narra las vidas de Bobby (el cojo, que no nació cojo) “Sano y feliz fue durante ocho años, pero luego se enfermó y ya no fue sano ni feliz el resto de su vida” a quien una enfermedad le consume el hueso de la pierna derecha y se la deja ocho centímetros más corta. Su padre, en un arranque de ira y frustración, llega a sugerirles a los doctores que le corten un pedazo de la pierna buena, para que lo “emparejen” y ya no esté cojo. El otro protagonista de ésta historia es Pancho, el loco, que no nació loco, solo feo y tartamudo “eso le jodio la vida y lo terminó por volverlo loco” sus padres, horrorizados lo odiaron desde la primera vez que lo vieron. “Podía perdonársele que fuera tartamudo, pero además era feo, antipático, chillón, peludo y peligroso como una tarántula y sus padres se sentían avergonzados de haber procreado a una criatura que, a los ojos de cualquiera resultaba horrenda e insoportable de mirar”
Así empieza la “bienvenida a la realidad” que reciben éstos dos personajes, que lejos del cliché de la superación, del perdón, del sobreponerse a sus limitaciones, terminan volviéndose un par de cabrones, malditos, despiadados y esclavos de sus bajos instintos, como es de esperarse. Todos los insultos, escarnios, aislamiento que sufren estos dos, los cobran con creces a la vida.
El cojo se hizo un hombre malo y vengativo y lleno de odio contra el mundo, un odio comprensible, dado el odio con que el mundo lo había tratado a él por el simple hecho de ser cojo. El loco era un hombre calenturiento, insaciable y que le pegaba a todo lo que se moviera.
Así la historia de estos dos y como transforman las vidas de todos a quienes tocan – no para bien – es de lo más entretenida. No quiero arruinar la sorpresa, pero le digo que tiene que leer este libro. Es simplemente una joya, si quiere reír, si quiere llorar, si quiere vengarse del mundo, si está harto de todo, El cojo y el loco le acompañarán en su dolor. Se divertirá como loco…
Una pequeña nota:
Si usted es sensible al lenguaje “fuerte” (procaz) le comento que el libro tiene un alto manejo de lenguaje soez, que no molesta, solo contribuye a la narración explícita de los actos enfermos del cojo y el loco, pero sí es bien fuerte.
