Saturday, January 2, 2010

Cautiva - Clara Rojas

Cautiva – Clara Rojas
Acabo de leer el libro de Clara Rojas “Cautiva” que narra la historia de sus secuestro a manos de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) que duró seis años.
El acto por si mismo, encierra una barbarie inimaginable. Secuestrar, matar, aterrorizar y torturar física y psicologicamente a los rehenes no tiene ninguna clase de justificación. No existe razón alguna que pueda sustentar el abuso de unos con fusil a otros desarmados, ni la miseria, ni la guerra, ni las diferencias políticas o ideològicas. No entiendo a grupos de idiotas como las FARC que se escuden en una mal llamada “revoluciòn” para cometer actos de crueldad y barbarie semejantes, contra civiles inocentes. Si tantas ganas tienen de armar su revolución, si tanto se jactan de ser fuerzas armadas, que se atrevan a medirse con sus pares, lèase el Ejèrcito colombiano y sus fuerzas armadas, no a estar cazando y secuestrando civiles, reteniéndolos por años, alejàndolos de sus familias, robandoles sus vidas sin ninguna razòn, piedad y mucho menos justificación. El que yo sea pobre no me da derecho a salir a matar o secuestrar a quienes no los son, el que yo sea judío o musulmán, no me da derecho a matar o secuestrar o torturar a quienes no comparten mi credo y así en todo lo demás. Mi libertad termina donde empieza la tuya, diría mi madre.
Habiendo dicho esto, el libro de Clara Rojas me parece un poco superficial. No me malentienda, querido lector, el horror que vivió esta mujer y muchos otros secuestrados, incluída Ingrid Betancourt y otros, muchos que aún están en poder de las FARC me parece terrible y tambièn me parece muy valiente que Clara Rojas haga un intento por hablar de ello, por dar a conocer al mundo las condiciones en que paso esos seis años de secuestro, como era el día a día y demás. El problema está en que al libro le hace falta fuerza, sus narraciones constantemente se ven salpicadas de su juicio “perdonatodo” por toda la fe que tiene y que se volvió casi fanatismo durante el secuestro. Bien por ella, porque dentro de todo, su fe y su mesura le ayudaron a sobrevivir el horror del cautiverio, pero si ya vas a narrarlo, hazlo a fondo, con fuerza, con todo lo que te hace humano. Cuéntanos cuánto los odias y porqué, lo que perdiste, lo que te quitaron, arrástranos a ese terreno, oblíganos a mirar, a solidarizarnos contigo… Nadie te va a juzgar, es obvio que el secuestro saca lo mejor y lo peor de todos los seres humanos, cada uno hizo lo que tenía que hacer para sobrevivir, para no enloquecer, para no intentar privarse de la vida, ¡que se yo! Mi punto es, nadie es tan bueno, ni tan dulce y en mi opinión, esta mujer tiene un síndrome de Estocolmo brutal. ¿Cómo puede decir que ha perdonado a quienes la secuestraron, le quitaron seis años de su vida, la encadenaron a un árbol por días y días? ¿Es normal que se haya embarazado de uno de los guerrilleros que la tenían cautiva? porque hasta donde ella misma ha revelado, no fue violada, se trató de una relación consensual, por lo que me pregunto si no fue precisamente en ese momento que se dio por vencida…
El hecho de que en el libro no esclarezca la naturaleza de su relación con el padre de su hijo, ni si ésta fue por soledad, por amor, por necesidad de calor humano, deja mucho a la imaginación. Ahora bien, la manera en que narra los “privilegios” que le fueron otorgados a diferencia de otros cautivos, también dan que pensar. Yo creo que se trata de una mujer muy valiente, de una sobreviviente, pero también de una persona que teme a la opinión pùblica, de manera incomprensible para mì, porque nadie la criticaría, seis años bajo tales circunstancias, justificarían cualquier decisión que ella hubiese tomado.
Por otra parte, en su libro, Clara Rojas nos relata como llegó un momento en que cantaba rezos y canciónes religiosas casi a gritos, y que hubo veces en que leía en voz alta y esto molestaba a otros cautivos. Creo que de alguna manera todos sacaron fuerzas como pudieron para sobrevvir, a veces cruzando la línea del respeto y el derecho de otros. Quizá valdrìa la pena leer los libros de otros secuestrados, porque a versiones son muy encontradas. Aun ahora, la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt, no cruza palabra con Clara Rojas, cuando ésta fue directora de su Campaña Presidencial por el Partido Verde Oxígeno, evidentemente algo pasó en la selva, quizá nunca lo sabremos, pero éstas vícitimas en vez de unirse, se separaron irremediablemente y la situación entera ha sido causa de gran polémica.
El libro es interesante, triste y ciertamente impactante. YO no hubiera sobrevivido lo que estas personas han pasado, por lo cual desde aquí mi respeto y mi admiración. En lo que se refiere estrictamente al libro, Clara pudo haber dado un testimonio mucho más fiel, por ende mas impactante, capaz de mover conciencias, pero por alguna razón, no lo hizo. De cualquier forma, el libro es interesante y se lee en unas horas. Apto únicamente para personas que crean todavía que hay solución pacífica a muchos problemas políitcos que quí yo si aplicaría la máxima de Don Porfirio Díaz “mátenlos en caliente”. El infierno de estas personas no acaba con a liberación, en pocas palabras, les jodieron la vida.