Tuesday, May 19, 2009

El fenómeno de la saga de "Crepúsculo"

El fenómeno de la saga “Crepúsculo” Stephenie Meyer
Querido Lector:
Antes de crucificarme por lo que voy a escribir, déjeme decirle que es de sabios revalorar y cambiar de opinión. Por la naturaleza de mi trabajo, tengo que leer muchos, pero muchos libros para niños y adolescentes. Me refiero a cantidades de verdad enormes, mas no le diré más para no aburrirle. Así pues, ante la insistencia de una runfla de adolescentes y pre adolescentes ansiosos, me decidí a leer el resto de la saga de Crepúsculo, (Twilight) de la autora norteamericana, Stephenie Meyer. Ya había reseñado el primer libro cuando Alfaguara lo publicó. Entonces, rauda y veloz me dispuse a leer los otros tres libros que le preceden: Luna Nueva (New Moon), Eclipse (Eclipse) y Amanecer (Breaking Dawn). La colección completa la puede ya comprar en Sanborn´s, Costco, Sams, y todas las librerías a un precio muy razonable si pensamos que son cuatro tomos bastante generosos.
¿Qué le puedo decir? Quedé fascinada. Entendí porque ha causado tal furor entre el público juvenil y no tanto. El primer libro, Crepúsculo, sienta las bases para el romance entre Edward Cullen y Bella Swan. El es un vampiro, eternamente condenado a vivir en un cuerpo de 16 años (ya quisiéramos no envejecer) y ella es una niña-mujer torpe, con baja autoestima, insegura y callada, que no logra entender porque un ser tan “hermoso” como Edward se siente atraído a ella. En fin, hasta ahí, todo va normal. Pero para el segundo libro, Luna Nueva, la autora, de manera magistral involucra a un tercero en discordia, Jacob el indio nativo norteamericano que se convierte en el pilar que sostiene a Bella cuando Edward la abandona, por su bien. Edward tiene mas de cien años de edad, por lo cual la paciencia es su virtud y cree que Bella lo olvidará pronto, y al no estar con el, no correrá peligros innecesarios, pero está más que equivocado. Así la trama evoluciona cuando Bella y Jacob se involucran en una amistad-cuasi-romance que resulta bien interesante para los adultos desde el punto de vista sicológico. Más de la mitad del libro es la narración de una depresión por un amor roto, por un abandono y como la protagonista se aferra a Jacob, que también descubre secretos de su pasado y su tribu, que representan todo el antagonismo con el “clan” rival, los fríos. Jacob es enorme, musculoso, infantil, intenso y hasta calientito, en contraste con Edward, que es duro como roca, frío y controlado.
El abandono de Edward y sus funestas consecuencias en la salud física y mental de Bella Swan, recuerdan mucho a la intensidad y desesperación que sentimos cuando éramos jóvenes y excesivos en todo, cuando sentíamos que no podíamos respirar sin alguien.
Para la tercera parte, Eclipse, la malograda relación entre Edward y Bella se va reconstruyendo, mientras que el eterno amigo-enamorado de Jacob se va desdibujando entre celos y dolor, profundo dolor al tener que admitir que a veces la persona a quien amamos, no nos ama de la misma forma, hay muchos tipos de amor. Bella ama a Jacob, pero no de la forma que él quisiera. El regreso de los Cullen a Forks trae muchos conflictos, entre ellos el riesgo del “Tratado” entre los Quilette (Nativos de esa región) y defensores de los humanos ante los “fríos” bebedores de sangre. También es bueno para enseñarles a los adolescentes a no aferrarse a relaciones que no llevarán a nada más que sufrimiento. Es tal el grado de sufrimiento del pobre Jacob, que me sentí triste de verdad.
En la conclusión de la saga, Amanecer, Bella y Edward ya están decididos a estar juntos para siempre, pero el le pide que se case con el, antes de concederle su deseo de hacerle el amor y de convertirla en inmortal vampira. Por supuesto, no cuentan con las “pequeñas complicaciones” que todo esto puede traer.
Si tiene adolescentes en casa o está de plácemes para olvidarse de obras profundas y altamente intelectuales, si quiere distraerse con un thriller romántico adolescente y que no podrá parar de leer, cómprese la saga completa. De verdad que tengo que reconocer que la saga está bien construida, está interesante, y una vez que uno se engancha, no puede parar. Yo leí los cuatro libros en… ¡Una semana! Y eso porque tengo que trabajar, que si no, me la hubiera devorado en tres días. Me parece un acierto de Alfaguara el traer la saga completa para disfrute de muchos.
De ninguna manera pretendo convencerlo de que se trata de una obra altamente intelectual o que cambiará en algo su forma de pensar, pero honestamente, es muy entretenida y no pude evitar remitirme a mis días de adolescencia donde todo es intenso, mágico, donde un amor debe durar para siempre, donde el sexo es un misterio que todos queremos conocer pero tememos, donde amamos con loco abandono. No he querido darle muchos detalles para no arruinarle el elemento sorpresa, si decide leerla, pero sí puedo darle un consejo, si me lo permite. La saga de Crepúsculo, en su paquete, hermosamente presentado es un maravilloso regalo para jóvenes o para su esposa, o para usted mismo si quiere horas de sano entretenimiento. Yo le apuesto que despegará de la televisión o el internet a cualquier adolescente renuente a leer, porqué de que la saga engancha, definitivamente enganche. Bueno, ni siquiera los libros de Harry Potter me llegaron a interesar tanto, y eso que con la misma disciplina me los leí todos.
Ahora entiendo porque Crepúsculo, Luna Nueva, Eclipse y Amanecer han desbancado a cualquier otra saga juvenil, son simplemente irresistibles.