Sunday, April 12, 2009

Las mañanitas - Carlos Fuentes (Agua Quemada)II


Las mañanitas – Agua Quemada
Este cuento es parte del cuarteto contenido en el libro Agua Quemada de Carlos Fuentes.
Básicamente es la historia de Federico Silva, alias “el mandarín” por su mezcla de rasgos mexicanos y asiáticos, que vive en una burbuja de clase privilegiada en un país del tercer mundo, México. El personaje que alguna vez fue joven y tuvo esplendor en su vida, se va marchitando, como se va marchitando una época en el país, como todo caduca.
“Le daba vergüenza que un país de Iglesias y Pirámides edificadas para la eternidad, acabara conformándose con una ciudad de cartón, caliche y caca”
El personaje de su madre es una constante opresión en la vida de este hombre -¿acaso por motu propio?- , que se asume como obligado a estar al cuidado de su progenitora hasta el mismo fin de sus días, así, se va estacionando en la moda y en cierto momento de su vida, que lo marcó para siempre, en su hábitos y hasta en su predilección ciertos alimentos. Su casa en la Calle de Córdoba, en la Colonia Roma, queda atrapada entre dos altos edificios de departamentos y así podríamos describir la existencia del hombre que jamás se avergonzó o pretendió avergonzarse de su condición de clase media alta. Tampoco pretendió notar nada de lo que pasaba a su alrededor porque nada importaba.
Con buen surtido de personajes, al estilo Fuentes, el cuento es excelente. Rescatable la idea de que no es un pecado ser rico y una virtud ser pobre, sino que nuestra valía estriba en nuestras acciones.

Saturday, April 11, 2009

Agua Quemada - Carlos Fuentes

Agua Quemada – Carlos Fuentes
Este libro con cuatro historias que en algún momento y de manera sutil más no estrictamente necesaria, encuentran un instante para cruzarse. El libro es una magnífica oportunidad para disfrutar del Fuentes cuentista. Con la maestría de Fuentes es un libro bien disfrutable y muy interesante desde el punto de vista sociológico. Como gran admiradora de la obra de Carlos Fuentes, me tomaré la libertad, querido lector, de escribir por separado acerca de cada uno de los cuentos y en el orden que deseo. Así bien, agradezco su venia para esta totalmente parcial celebradora de la escritura del maestro Carlos Fuentes. Aquí pues,
El hijo de Andrés Aparicio
Este cuento, Fuentes lo dedica a la memoria de Pablo Neruda
El padre siempre sería recordado por sus tirantes, todo parecía envejecer menos sus tirantes, siempre brillosos e impecables.
Bernabé, Bernabecito, monigotito, va a dar a vivir a una de esas colonias de paracaidistas “No tuvo nombre y por eso no tuvo lugar, otras colonias fueron nombradas. Esta no.” Tras ser traicionado en su incorruptible idealismo, el padre de Bernabé, queda rezagado a nada. Lo va carcomiendo día a día el saber que tuvo ideales, que lucho y sin embargo el pueblo lo traicionó, dejándolo solo frente al poderoso aparato de corrupción y dineros. Así es, el padre de Bernabé, recién casado con Amparito, mamá de Bernabé, fueron a dar a una Cooperativa del Estado de Guerrero, de la que Andrés Aparicio se haría cargo, solo para hallar el lugar quemado y muchos cooperativistas asesinados. Cuando él en su juvenil idealismo, quiso reclamar, ayudar a los desgraciados, esos mismos con la extraña mentalidad de “van a venir extraños a remediar las injusticias y los crímenes,” lo traicionan. Se unieron victimas y verdugos para hacerle responsable a él. “Entrometido chilango lleno de ideas de justicia, empedrador de infiernos…”
Jamás se recuperó de la derrota. Así fue Bernabé a terminar viviendo en un lugar sin nombre, dejando la escuela para buscar dinero rápido, bajo la influencia de sus mediocres tíos, y una madre que se quedó con sus ideas de buenos tiempos y una añoranza y cordura rotas. Con personajes maravillosos como la “Martincita” que era tan horrible que asustaba con sus dientes de oro asomándose, Bernabecito entiende que de acuerdo al consejo de sus tíos, “uno no se casa con la primera vieja que se acuesta” y las cogidas con las criaditas en la bodega oscura son solo para divertirse… Fuentes nos sorprende de nuevo, mostrando su profundo conocimiento de la mentalidad de algunos coterráneos que jamás cesa de sorprender. También pone a pensar si querer mantenerse puro al costo que sea no es igualmente egoísta y pendejo como egoísta y pendejo es dedicarse a robar y joder al prójimo solo por el placer de.
La historia da la vuelta de un modo inenarrable. Disfrútela, que se vale releerla todas las veces que le plazca.
Así es, querido lector, con apenas unas páginas, el cuento se va como agua entre las manos, y sin embargo, mueve… Lo que más asusta es que todos podríamos ser el hijo de Andrés Aparicio.