Tuesday, December 30, 2008

Libros para todos

En estos tiempos en que nos debatimos entre las tradicionales Navidades consumistas, llenas de meses sin intereses -que después nos harán sangrar, por supuesto- puntos por ésto, puntos por aquello, descuentos, promociones y todo aquello que no necesitamos, me atrevo una vez más a sugerir el regalo ideal UN LIBRO. Todos deberíamos de regalar libros, para evitar equivocarnos, para evitar propagar malos hábitos, para evitar que nos metan gol con promociones que en el mes de Enero generarán filas de aquí a casa del diablo en el Monte de Piedad, y en todas las casas de empeño y préstamo prendario que operan bajo un esquema que garantiza que la deuda se volverá impagable. Antes de dejarnos llevar por la mercadotecnia, le dejo querido lector dos reflexiones:



1era. ¿Qué es lo que celebramos en Navidad? de acuerdo a la tradición Cristiana es el Nacimiento de Jesucristo, por lo que debiera ser una fecha de regocijo, pero de mesura, de introspección y de serena alegría. No de frenesí de compras, de horas de colas, pleitos casi a muerte por la última pierna de cerdo en el congelador de cualquier supermercado. Deberíamos de poner nuestras barbas a remojar, dada la situación económica mundial, que augura que por lo menos el primer semestre del año será muy difíciles en términos económicos y por ende, sociales.

Así pues, me atrevo a sugerir mesura y planeación.



2a. El destino siempre nos alcanzará, es decir la realidad cotidiana, las presiones del trabajo, los hijos, que se yo. Lo único que puede abrir la jaula de la mente es, precisamente la lectura. Los libros son y han sido por tradición la llave para dejarnos viajar, pensar en otras cosas, cambiar de ideas, vivir un gran amor, una gran tragedia, un magnífico viaje, una felicidad total, una injusticia que será cobrada, una situación que se reivindicará, en fin, sea cual sea su gusto en lecturas, hay de todo y para todos. Busque, querido lector, historias, biografías, textos, audiolibros, dése gusto leyendo algo que jamás se haya atrevido, vaya a dónde jamás imaginó, lea, haga que otros lean, regale libros a sus hijos, a sus amigos, a sus padre y a sus hermanos, a la vecina que le caiga bien, al cura de su parroquia, que se yo... los libros son como el agua que calmará la sed de México. Estamos tan necesitados de leer, tenemos una situación caótica de seguridad, da miedo salir, todo está caro, la televisión es de tan pobre calidad que está llena de basura, los discursos siempre son los mismos, por eso, lea, haga un bien a la sociedad y regale libros. Ponga entre sus propósitos de año nuevo leer, por lo menos media hora al día, contagie a otros, ayudemos a este país y a esta sociedad a mejorar a través de la lectura. No importa si quiere leer sobre magos o vampiros, sobre políticos o sobre historia, si le gustan las novelas eróticas o costumbristas, no importa si esta temporada le causa indigestión, leyendo logrará escapar a la suegrita, a las agruras de los romeros o el pavo, al recalentado que lo deja comiendo lo mismo por una semana entera, sobreviva leyendo.



Así pues, le deseo felices fiestas y un año cuando menos estable. Le deseo que sea muy feliz y que si algo horrible le ocurrió éste año, tenga fuerzas durante el siguiente para resignarse o para olvidar, le deseo que escuche más musica y vea menos televisión, que escuche más a otros y hable menos, que perdone a quienes le han hecho alguna fechoría, y si no los piensa perdonar, cóbreselas para que ya deje ir el resentimiento que pesa tanto, que se colme de buenas vibras y sobretodo...QUE LEA MUCHOS LIBROS!!

Saturday, December 6, 2008

El Jardín Devastado - Jorge Volpi

Jorge Volpi es un escritor que no deja de sorprenderme. Es un hombre intelectualísimo, capaz de crear tramas de técnica impecable como en su novela En Busca de Klingsor, pero también puede resultar difícil de digerir cuando se sublima, instalado en su amplia educación, en su dominio total de la lengua española y en su privilegiada vida de viajes, educación, experiencias acumuladas. Soy una gran admiradora del camaleónico Volpi, quien en esta obra El jardín devastado, nos regala una historia muy cortita, misma que va intercalando con verdaderas joyas de poesía, de pequeños versos y brevísimos relatos, que en momentos me dejaron ver su alma desnuda. Pude sentir su búsqueda del amor en una y otra mujeres, el gran amor por sus padres, que sin embargo encuentra como en todos algún conflicto por diferencias de opinión, pude sentir su soledad y su desesperación por estar condenado a abrazar lo que tanto odia...
"Poder"
Aborrezco el poder y sus fantasmas y no he hecho sino dejarme seducir por sus hedores.
Ana tenía razón. Una mosca fascinada con la mierda."

¿Existe forma más exacta de describir lo que pasa por su mente? No cabe duda que la complejidad de la obra de Volpi obliga a pensar que se trata de una forma de expoliar sus demonios y no puedo dejar de pensar que tiene altas dosis de autobiografía en sus líneas. El relato central de ésta obra estriba en el peregrinar de una mujer, Laila, por encontrar en un Irak destrozado y sangrante, lo que queda de su familia, con un desenlace inesperado. Nos lleva a los abismos en donde la atrocidad cometida en Abu Ghraib no necesita ni mención de nombres. La bajeza es la bajeza, la crueldad y la maldad humana asustarían al mismísimo Satanás. “La alabanza al Clemente, al Misericordioso, que creó la guerra, la desolación y la locura"
Ninguna guerra tiene pies ni cabeza, razón ninguna que justifique la atrocidad y la sed insaciable de sangre, el hombre es el lobo del hombre, pero cuando perdemos de vista que existe una falta total de memoria histórica, es aún más lamentable. Aún no cierran las heridas de Hiroshima y Nagasaki, aún lloramos el Holocausto, aún están infectadas las heridas de Bosnia-Herzegovina, aún hay tantos aúnes, que me da náusea imaginar a las miles de Lailas. Y todos vivimos nuestras tragedias personales, después de visitar el devastado jardín de Jorge Volpi, tengo varias opciones, llorar y rezar a quien sea, (porque al hijo de Dios lo mataron aquí en la tierra, crucificado), consumir drogas para olvidar que todo esto pasa diario, tratar de mantener la historia en la memoria de las personas, a ver si en algún momento, alguien se percata de que no existe injusticia pequeña.
Gracias Jorge por este libro que me dejó fría, horrorizada, pero al mismo tiempo la belleza de tu prosa y la pasión de tu escritura me dan esperanza, que puede matarme, pero al fin me permite creer que podemos hacer algo, cambiar algo, lo que sea, yo seguiré escribiendo, que es lo único que me mantiene a salvo de esta locura generalizada de violencia que parece estar devorándonos a todos como una bestia que no encuentra satisfacción, Gracias Jorge, por hacernos volver la mirada a nuestra dolorosa condición de humanos llenos de contrastes, capaces de amar con pasión desenfrenada o matar con saña asustante.
El Jardín Devastado, un excelente libro, altamente recomendable. No apto para depresivos o personas en proceso de tener fe en la humanidad. Un must read de Alfaguara.